En su mayoría, aseguran duraciones sin corrosión desde 10 a más de 100 años.
Pueden lograr que la corrosión no baje su productividad del 100%.
Han llegado a producir ahorros en mantenimiento hasta del 90%.
Han llegado a rentabilizar su inversión con tasas reales superiores al 50%.
Pueden reducir su nivel de inseguridad por corrosión oculta al 0%.
Pueden alargar la vida de la varilla dentro del concreto hasta más del 500%.
La mayoría de ellos pueden proteger aún después de cierto maltrato.
Muchos de ellos son compatibles entre sí, de refuerzo mutuo y reparables.
Son aplicados cuidando el detalle por personal calificado.
Son aplicables en miles de casos y piezas diferentes.